lunes, 13 de febrero de 2012
Palindromes.
People always end up the way they started out. No one ever changes. They think they do but they don't. If you're the depressed type now that's the way you'll always be. If you're the mindless happy type now, that's the way you'll be when you grow up. You might lose some weight, your face may clear up, get a body tan, breast enlargement, a sex change, it makes no difference. Essentially, from in front, from behind. Whether you're 13 or 50, you will always be the same.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Caer.
Caer en un abismo oscuro e infinito, no llegar nunca al fondo, sólo caer, caer, caer, caer infinitamente, caer para siempre. No conocer la sensación de finalmente haber aterrizado, concretado algo. Así es una vida sin sentido. ¿No te preguntas a veces qué mierdas estás haciendo aquí? ¿A dónde va todo esto? Yo veo todo en retrospectiva y pierde sentido. Es difícil no sentirse absurdo cuando te das cuenta de que todos tus días son iguales y no van a ningún lado, y que realmente no esperas que vayan a ningún lado.
Finalmente me siento de 50 años, y con pleno convencimiento de que mi vida va a ser así de aquí a que me muera, como una rutina interminable y sofocante. No es aburrimiento aunque pareciera, es una especie de resignación a lo absurdo de la vida misma. Juntar cosas, vivir, relacionarte, todo para nada. El día que llegas al fondo del abismo finalmente te estampas contra él cargando el peso de toda tu vida. Entre más vida, más fuerte el golpe, y son más los pedazos en los que quedas dividido.
Si no fuera por esa insaciable curiosidad mía de ver qué sigue, tal vez ya me habría colgado.
Finalmente me siento de 50 años, y con pleno convencimiento de que mi vida va a ser así de aquí a que me muera, como una rutina interminable y sofocante. No es aburrimiento aunque pareciera, es una especie de resignación a lo absurdo de la vida misma. Juntar cosas, vivir, relacionarte, todo para nada. El día que llegas al fondo del abismo finalmente te estampas contra él cargando el peso de toda tu vida. Entre más vida, más fuerte el golpe, y son más los pedazos en los que quedas dividido.
Si no fuera por esa insaciable curiosidad mía de ver qué sigue, tal vez ya me habría colgado.
sábado, 19 de noviembre de 2011
I (yes, it's about me) am so damn tired. Tired of all the overcrowded cunts,
the overcrowded faggots who roam in jubilant advantage, stain every place on this now desecrated earth.
However I ponder, however I try to find some degree of truth
or understanding of this I am still wondering - hating.
When I look around the hate burns me, the hate that has glowed within me since the beginning,
that in recent years has gotten new swamp air that gives further strength to the glow.
For every second that I hate, my self-preservation gradually dies.
I am annoyed by the thought why these trite, life-affirming anti-beings actually survive.
They should not live.
On second thought neither I, them nor you have a fair reason to continue living.
When I've woken up quickly from a dream it is sometimes as if I have been punished to dwell on our imbecile Earth;
Monstrosity Tellus from the universe of emptiness, and have been entirely emotionless and unmoved in front of it.
Why was I born?! Who gave birth to me?! Was I born to gain the insight I now have?!
Slow annihilation - stable, vague, painful. The world's destruction would not sound louder than a needle falling to the floor.
Humanity is ludicrous, inferior, smothered and washed over with vomit, excrement and infertile seed
The one thing I contribute is my thoughts, you're welcome!
You are nothing, your life has been lived billions, billions of times and as unnoticeably you have faded from time.
the overcrowded faggots who roam in jubilant advantage, stain every place on this now desecrated earth.
However I ponder, however I try to find some degree of truth
or understanding of this I am still wondering - hating.
When I look around the hate burns me, the hate that has glowed within me since the beginning,
that in recent years has gotten new swamp air that gives further strength to the glow.
For every second that I hate, my self-preservation gradually dies.
I am annoyed by the thought why these trite, life-affirming anti-beings actually survive.
They should not live.
On second thought neither I, them nor you have a fair reason to continue living.
When I've woken up quickly from a dream it is sometimes as if I have been punished to dwell on our imbecile Earth;
Monstrosity Tellus from the universe of emptiness, and have been entirely emotionless and unmoved in front of it.
Why was I born?! Who gave birth to me?! Was I born to gain the insight I now have?!
Slow annihilation - stable, vague, painful. The world's destruction would not sound louder than a needle falling to the floor.
Humanity is ludicrous, inferior, smothered and washed over with vomit, excrement and infertile seed
The one thing I contribute is my thoughts, you're welcome!
You are nothing, your life has been lived billions, billions of times and as unnoticeably you have faded from time.
jueves, 22 de septiembre de 2011
Life's a bitch, then you die.
Sería tan lindo que tuviera un propósito. Pero no. Es así, absurda. Sin sentido, un mero error (¿error?) natural, una casualidad.
Hacemos tanto drama... somos más ridículos que esas bacterias enredadas en una guerra estúpida que dura un ratitito, lo mismo que su vida.
Hacemos tanto drama... somos más ridículos que esas bacterias enredadas en una guerra estúpida que dura un ratitito, lo mismo que su vida.
lunes, 29 de agosto de 2011
Un dragón en el garaje, de Carl Sagan.

Supongamos (sigo el método de terapia de grupo del psicólogo Richard Franklin) que yo le hago a usted una aseveración como ésa. A lo mejor le gustaría comprobarlo, verlo usted mismo. A lo largo de los siglos ha habido innumerables historias de dragones, pero ninguna prueba real. ¡Qué oportunidad!
- Enséñemelo – me dice usted.
Yo le llevo a mi garaje. Usted mira y ve una escalera, latas de pintura vacías y un triciclo viejo, pero el dragón no está.
- ¿Dónde está el dragón? – me pregunta.
- Oh, está aquí – contesto yo moviendo la mano vagamente -. Me olvidé decir que es un dragón invisible.
Me propone que cubra de harina el suelo del garaje para que queden marcadas las huellas del dragón.
- Buena idea – replico – , pero este dragón flota en el aire.
Entonces propone usar un sensor infrarrojo para detectar el fuego invisible.
- Buena idea, pero el fuego invisible tampoco da calor.
Se puede pintar con spray el dragón para hacerlo visible.
- Buena idea, sólo que es un dragón incorpóreo y la pintura no se le pegaría.
Y así sucesivamente. Yo contrarrestro cualquier prueba física que usted me propone con una explicación especial de por qué no funcionará.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre un dragón invisible, incorpóreo y flotante que escupe un fuego que no quema y un dragón inexistente? Si no hay manera de refutar mi opinión, si no hay ningún experimento válido contra ella, ¿qué significa decir que mi dragón existe? Su incapacidad de invalidar mi hipótesis no equivale en absoluta a demostrar que es cierta. Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutación son verdaderamente inútiles, por mucho valor que puedan tener para inspirarnos o excitar nuestro sentido de maravilla. Lo que yo he pedido que haga es acabar aceptando, en ausencia de pruebas, lo que yo digo.
Lo único que ha aprendido usted de mi insistencia en que hay un dragón en mi garaje es que estoy mal de la cabeza. Se preguntará, si no se puede aplicar ninguna prueba física, qué fue lo que me convenció. La posibilidad de que fuera un sueño o alucinación entraría ciertamente en su pensamiento. Pero entonces ¿por qué hablo tan en serio? A lo mejor necesito ayuda. Como mínimo, puede ser que haya infravalorado la falibilidad humana.
Imaginemos que, a pesar de que ninguna de las pruebas ha tenido éxito, usted desea mostrarse escrupulosamente abierto. En consecuencia, no rechaza de inmediato la idea de que haya un dragón que escupe fuego por la boca en mi garaje. Simplemente, la deja en suspenso. La prueba actual está francamente en contra pero, si surge algún nuevo dato, está dispuesto a examinarlo a ver si le convence. Seguramente es poco razonable por mi parte ofenderme porque no me cree; o criticarle por ser un pesado poco imaginativo... simplemente porque usted pronunció el veredicto escocés de "no demostrado".
Imaginemos que las cosas hubiesen sido de otro modo. El dragón es invisible, de acuerdo, pero aparecen huellas en la harina cuando usted mira. Su detector de infrarrojos registra algo. La pintura de spray revela una cresta dentada en el aire delante de usted. Por muy escéptico que se pueda ser en cuanto a la existencia de dragones – por no hablar de seres invisibles – ahora debe reconocer que aquí hay algo y que, en principio, es coherente con la idea de un dragón invisible que escupe fuego por la boca.
Ahora otro guión: imaginemos que no se trata sólo de mí. Imaginemos que varias personas que usted conoce, incluyendo algunos que está seguro que no se conocen entre ellas, le dicen que tienen dragones en sus garajes... pero en todos los casos la prueba es enloquecedoramente elusiva. Todos admitimos que nos perturba ser presas de una convicción tan extraña y tan poco sustentada por una prueba física. Ninguno de nosotros es un lunático. Especulamos con lo que significaría que hubiera realmente dragones escondidos en los garajes de todo el mundo y que los humanos acabáramos de enterarnos. Yo preferiría que no fuera verdad, francamente. Pero quizás todos aquellos mitos europeos y chinos antiguos sobre dragones no eran solamente mitos...
Es gratificante que ahora se informe de algunas huellas de las medidas del dragón en la harina. Pero nunca aparecen cuando hay un escéptico presente. Se plantea una explicación alternativa: tras un examen atento, parece claro que las huellas podían ser falsificadas. Otro entusiasta del dragón presenta una quemadura en el dedo y la atribuye a una extraña manifestación física del aliento de fuego del dragón. Pero también aquí hay otras posibilidades. Es evidente que hay otras maneras de quemarse los dedos además de recibir el aliento de dragones invisibles. Estas "pruebas", por muy importante que las consideren los defensores del dragón, son muy poco convincentes. Una vez más, el único enfoque sensato es rechazar provisionalmente la hipótesis del dragón y permanecer abierto a otros datos físicos futuros, y preguntarse cuál puede ser la causa de que tantas personas aparentemente sanas y sobrias compartan la misma extraña ilusión.
(Capítulo 10 de El mundo y sus demonios, escrito por Carl Sagan, Editorial Planeta)
Comentario: finalmente, llega un cristiano, y todo esto le suena a nada, porque dice que siente el dragón en su corazón, que un día lo soñó, y etcétera.
jueves, 11 de agosto de 2011
Otro sueño.
Soñé unas hormigas-marabunta, comiéndome los brazos, y yo con el cuerpo enterrado en ceniza volcánica hasta la cintura.
Creo que nos merecemos, después de todo, un final así.
Creo que nos merecemos, después de todo, un final así.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)